La primavera ha llegado y se hace notar en nuestros pueblos y ciudades, pero también en los espacios naturales como los humedales, que reciben la visita de numerosas especies de aves para hacer escala y alimentarse durante su periplo migratorio o dispersivo o bien para reproducirse. En estas últimas semanas, los compañeros de SERBAL han observado a un grupo de cinco moritos comunes (Plegadis falcinellus) en la Ribera de la Algaida.

Moritos en la Ribera de la Algaida

Los moritos avistados en la Ribera de la Algaida en marzo de 2017. Foto: © Víctor J. Rincón.

Se trata de un ave inconfundible por su tamaño, su silueta con ese pico tan singular y su color oscuro, en el que si observamos con detenimiento, también podemos detectar el morado y verde en sus alas. Actualmente se considera “Vulnerable” en el Libro Rojos de las Aves de España (2004) y se reproduce principalmente en las marismas del Guadalquivir.

No es la primera vez que se les ve en la Ribera de la Algaida, ya que en 2010 se pudo observar un pequeño bando de 4 ejemplares y el 2014 vimos un solitario morito común por estas fechas.

Las últimas lluvias han llenado este humedal de vida, y podemos encontrar además de esta especie otras tan interesantes como la avoceta común (Recurvirostra avosseta) o la llamativa cigüeñuela común (Himantopus himantopus), además de gran cantidad de otros limícolas.

Compartimos con vosotros algunas fotografías que nuestro compañero Víctor J. Rincón pudo hacerles a este grupo de moritos.

Moritos en la Ribera de la Algaida

Moritos sobrevolando la Ribera de la Algaida. Foto: © Víctor J. Rincón.

Moritos en la Ribera de la Algaida

Moritos en la Ribera de la Algaida. Su característico pico curvado les da un aspecto inconfundible. Foto: © Víctor J. Rincón.

Moritos en la Ribera de la Algaida

Moritos alimentándose en la Ribera de la Algaida. Foto: © Víctor J. Rincón.

Moritos en la Ribera de la Algaida

Uno de los moritos lleva una vistosa anilla en la pata. Foto: © Víctor J. Rincón.

Moritos en la Ribera de la Algaida

Moritos en la Ribera de la Algaida. Foto: © Víctor J. Rincón.

Este tipo de avistamientos no hacen sino confirmar nuestro discurso de que la Ribera de la Algaida tiene un enorme potencial para los aficionados a la ornitología y los amantes de la naturaleza en general, y que un espacio natural que se debe proteger y conservar.

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