El humedal de la Ribera de la Algaida destaca a nivel medioambiental por la presencia de una serie de charcas temporales capaces de sustentar una diversa comunidad ornítica, entre la que sobresalen especies como la cerceta pardilla (Marmaronetta angustirostris), declarada en Peligro Crítico de Extinción.

Sin embargo, a pesar de su importancia medioambiental, estas charcas temporales también constituyen un lugar para la reproducción de mosquitos. Esto supone un problema creciente, debido principalmente a que en los últimos años ha aumentado mucho el número de viviendas presentes en las proximidades de estas charcas y por tanto, también las incidencias y reclamaciones para acometer medidas de control.

Tradicionalmente el control de estos insectos se venía haciendo mediante tratamientos aéreos con insecticidas generalistas (piretroides), centrados especialmente en la fracción adulta de los mosquitos y de manera generalizada en todo el paraje. Sin embargo, la necesidad de preservar y minimizar las interacciones con la demás fauna del humedal y la ciudadanía en general, hacen necesario testar nuevas medidas de control, basadas principalmente en el control de la población larvaria.

Con el fin de mejorar estos tratamientos, en el presente estudio se hace una primera aproximación a las características de las principales charcas presentes en este paraje y su relación con la presencia de mosquitos culícidos. Este grupo de mosquitos agrupa la mayoría de las especies responsables de las picaduras en humanos, siendo especialmente importante en este paraje las especies del género Aedes y Ochlerotatus.

Área de estudio

Dentro de la zona de estudio se pueden reconcoer dos zonas claramente diferenciadas: Las Salinas de San Rafael y el humedal del Bosque.

Las salinas de San Rafael son unas antiguas salinas que estuvieron en explotación hasta finales de los años 80. Actualmente se encuentran abandonadas y gran parte de ellas han sido semienterradas, si bien, varios de los antiguos cristalizadores siguen llenándose temporalmente con el agua de lluvia.

El humedal del Bosque es un humedal somero de naturaleza endorreica, situado en una depresión topográfica en la que tienen lugar inundaciones favorecidas por varios factores, como son las marejadas y filtraciones de agua del mar causadas por la permeabilidad freática y marítima característica de la zona, y principalmente por las lluvias de otoño y primavera, funcionando realmente como un criptohumedal.

El paraje tiene una superficie aproximada de unas 145 hectáreas, de las que actualmente 60 ha son zonas potencialmente inundables. De éstas, 58 ha son zonas de inundación temporal que se llenan con el agua de lluvia (por lo general de diciembre a mayo), y las otras 2 hectáreas son zonas de agua permanente.

La vegetación está principalmente compuesta por matorrales de Sarcocornia fruticosa, Arthrocnemum macrostachyum, y Salicornia spp. Son típicos también en la zona los matorrales halonitrófilos (Suaeda, Salsola, Atriplex), y los tarayales (Tamaryx sp.), ocupando estos por lo general las zonas de inundación temporal, mientras que en las zonas de aguas permanentes el carrizo (Phragmites australis) y la enea (Typha dominguensis) representan la vegetación predominante.

Charca en el humedal de la Ribera de la Algaida

Figura 1. Charca muestreada de la Ribera de la Algaida (RB9, El Bosque).

Metodología

Los muestreos se realizaron entre abril y mayo de 2017, dos semanas después del llenado natural de las charcas con las lluvias de primavera. Para el estudio se seleccionaron los principales cuerpos de agua incluidos en el paraje, intentando abarcar en estos muestreos, toda la variedad de charcas presentes en la zona.

Para la caracterización química de las mismas, se utilizó una sonda multiparamétrica (HACH ® model HQ‑30d, Loveland, CO, USA) para tomar datos in situ de temperatura, pH, conductividad eléctrica y oxígeno disuelto del agua. Adicionalmente, se tomaron muestras de agua, que se congelaron para su posterior análisis en laboratorio, permitiendo todo ello caracterizar el estado trófico de los diferentes cuerpos de agua estudiados.

Para la caracterización biológica, en cada charca se estimó de visu, el porcentaje de cobertura de la vegetación litoral y acuática sumergida y se tomaron muestras de macroinvertebrados. Esto último se realizó mediante mangueo, utilizando una red tipo ‘D‑frame’, de 250 µm de luz de malla. En cada cuerpo de agua se tomó una muestra de bentos compuesta por 3 unidades muestrales seleccionadas al azar, consistiendo cada una de ellas, en el material obtenido con la red tras remover mediante ‘pataleo’ (en inglés kicking), una superficie de 2 m x 0,35 m.

Las muestras obtenidas de este modo, se conservaron en alcohol de 96º en botes cerrados hasta su traslado al laboratorio. Una vez en este, las muestras fueron limpiadas y los macroinvertebrados, una vez identificados y contabilizados, fueron separados en tubos con alcohol de 70º. Las muestras identificadas se encuentran en el laboratorio del Grupo de Investigación de Ecología Acuática y Acuicultura (PAIDI RNM‑346) de la Universidad de Almería.

Por último, utilizando datos de años anteriores y fotografías aéreas, las charcas se clasificaron según su hidroperiodo en efímeras (1-3 meses con agua) temporales (4-6 meses con agua) semipermanentes (7-10 meses con agua) y permanentes (11-12 meses con agua).

Charcas muestreadas en la Ribera de la Algaida

Figura 2. Puntos muestreados en las Salinas de San Rafael y la Ribera de la Algaida. Escala 1:10.000.

Análisis de los resultados

Para el análisis de los resultados se utilizaron técnicas estadísticas multivariantes. Los datos ambientales (físico-químicos del agua y temporalidad de la lámina de agua) se analizaron mediante ACP (Análisis de Componentes Principales) para saber cuáles son los principales gradientes ambientales que condicionan la ordenación de los distintos cuerpos de agua. Este análisis se combinó con una clasificación (p.e. técnica K‑means) para extraer grupos de charcas y los principales factores ambientales que los diferencian. Estas ordenación y clasificación ambiental de las charcas se cotejaron con las ordenaciones y grupos obtenidos en base a las similitudes de composición y abundancia de macroinvertebrados, mediante análisis de semejanzas tipo PROCRUSTES.

Para investigar qué especies de macroinvertebrados podrían ser antagonistas o depredadoras eficaces de las larvas de culícidos, se realizaron análisis de escalamiento multidimensional (MDS), utilizando la abundancia de cada especie de culícido como variable dependiente y la abundancia de los potenciales antagonistas y depredadores como variables independientes.

Muestreo de charcas en la Ribera de la Algaida

Figura 3. Toma de muestras físico-químicas y muestreo de invertebrados.

Resultados

La mayoría de las charcas estudiadas en la Ribera de la Algaida (75%) presentaron un carácter efímero o temporal, reforzando la idea de que este paraje actúa realmente como un criptohumedal. Tan solo dos de las charcas estudiadas (16,7%) pudieron ser consideradas como semipermanentes y solo una de ellas, RB3, (8,3%) permanente. 

Todas las charcas presentaron un pH básico, que osciló entre 7.65 de la charca RB7 y 9.81 de RB5. Las charcas de las Salinas de San Rafael resultaron ser todas de naturaleza hipersalina, mientras que la mayoría de las del humedal de la Ribera de la Algaida fueron salobres, a excepción de una, la de la desembocadura de la Rambla de la Culebra (RB3) que resultó ser dulce, con valores de salinidad muy bajos, seguramente debido a que recibe aportes de agua sobrantes de la desaladora de Balerma (Tabla 1).

Nombre Conduc­tividad pH O2 disuelto Satura­ción O2 Tª (ºC) % Veget. orilla Veget. orilla predominante % Veget. acuática Veget. acuática predominante Naturaleza Hidro­periodo
SALINAS 1 82.8 8.47 7.5 80 17 5 Sarcocornia 50 Rupia Hipersalina Temporal
SALINAS 2 101.9 8.21 6.16 69.4 20.3 10 Sarcocornia 50 Rupia Hipersalina Temporal
CANAL SALINAS 65.9 8.13 7.5 80.2 18.5 70 Sarcocornia 10 Althenia Hipersalina Efimera
RB1 CIGÜEÑUELA 25.7 8.98 8.98 102 21.5 100 Sarcocornia 20 Rupia Salobre Efimera
RB2 CHARRÁN 43.5 8.79 11.89 137.9 23.3 85 Sarcocornia 30 Rupia Salobre Semi­permanente
RB3 CULEBRA 0.387 8.22 6.35 72.7 22.1 100 Carrizo 90 Potamogeton Dulce Permanente
RB4 LIMÍCOLAS 31.7 8.75 13.33 162.3 25.5 10 Sarcocornia 20 Rupia Salobre Efimera
RB5 CERCETA 19.81 9.81 10.93 128.5 24.5 30 Sarcocornia 50 Rupia Salobre Temporal
RB6 PEJERREY 15.18 8.87 12.81 149.8 23.4 90 Sarcocornia 70 Rupia Salobre Temporal
RB7 CARRICERO 7.37 7.65 4.06 46.8 22.7 100 Carrizo 80 ¿? Salobre Efimera
RB8 MOTOCROSS 34.2 8.74 9.81 115.7 23.6 30 Sarcocornia 70 Rupia Salobre Efimera
RB9 EL BOSQUE 15 8.08 5.97 69.2 21.8 100 Sarcocornia 90 ¿? Salobre Semi­permanente

Tabla 1. Valores físico-químicos y de vegetación de las charcas estudiadas.

Índices de diversidad de Shannon de macroinvertebrados en charcas de la Ribera de la Algaida

Figura 4. Valores de índices de diversidad de Shannon de la comunidad de macroinvertebrados en cada charca.

Se observó que, en general, el grupo de los dípteros (moscas y mosquitos) fue el grupo más numeroso, seguido por el de los crustáceos y los heterópteros (Tabla 2, Figura 5), mientras que los depredadores (libélulas y algunos grupos de coleópteros) fueron escasos.

Grafico de categorías taxonómicas en charcas del humedal de la Ribera de la Algaida

Figura 5. Número total de individuos por categorías taxonómicas.

Tabla

Tabla 3. Número total de individuos por categorías taxonómicas para cada charca. En amarillo se muestra el número de quironómidos y en rojo el de culícidos.

Entre los mosquitos, la mayoría de las larvas encontradas fueron identificadas como quironómidos (mosquitos no picadores) y tan solo en 5 charcas de las 12 estudiadas (41,6%) se encontraron larvas de culícidos (mosquitos picadores) y tan sólo en una de ellas, la del Bosque, el número de larvas de culícidos superó al de quironómidos (Figura 6).

Gráfico culícidos-quironómidos en charcas del humedal de la Ribera de la Algaida

Figura 6. Comparativa del número total de quironómidos y culícidos.

En ninguna de las charcas de las salinas de San Rafael se encontraron mosquitos culícidos, tan solo quironómidos, y en general en estas charcas el grupo de los crustáceos fue más abundante que el de los dípteros (Figura 7).

Gráfico grupos taxonómicos en la Salinas de San Rafael (Roquetas de Mar, Almería)

Figura 7. Número de individuos por grupo taxonómico encontrados en los puntos de las salinas de San Rafael.

Entre los crustáceos destaca la presencia de Phallocryptus spinosus y Artemia parthenogenetica. Ambas especies son escasas en la península ibérica, en especial la primera, pues apenas existen citas para este especie en nuestro país, siendo la primera para la provincia de Almería.

Phallocryptus spinosus

Phallocryptus spinosus. Foto: © J. Gállego.

Artemia parthenogenetica

Artemia parthenogenetica. Foto: © J. Gállego.

El análisis MDS (Figura 8) no detectó influencia de la presencia de posibles depredadores frente a la presencia de culícidos en los puntos muestreados, por lo que no se considera un factor representativo frente a la presencia-ausencia de culícidos en las charcas estudiadas.

Abundancia Depredadores MDS

Figura 8. Análisis MDS representando la abundancia de depredadores por charca, en el que no se observa relación negativa entre la abundancia de depredadores y de de larvas de culícidos.

Tampoco pudo hallarse relación entre los puntos en los que se localizaron culícidos frente a ninguno de los factores estudiados (físico-químicos o de vegetación), como puede observarse en la gráfica de PCA (Figura 9), en la que pueden observarse todos los puntos muestreados casi juntos. Este resultado puede explicarse igualmente por la naturaleza cosmopolita de los culícidos.

Físico químico PCA

Figura 9. Análisis PCA de las características físico-químicas de los puntos de muestreo.

Conclusiones

  • En vista de los resultados obtenidos se confirma que tan solo algunas charcas de la Ribera de la Algaida mantienen poblaciones de mosquitos culícidos (picadores). Estas se concentran en puntos muy concretos (Puntos RB1, RB2, RB3, RB6 y RB9).
  • La presencia de mosquitos quironómidos fue muy superior a la de culícidos. Estos son mosquitos no picadores, si bien al formar grandes nubes, su presencia es muy llamativa, produciendo alarma entre la ciudadanía de manera injustificada.
  • Dípteros y crustáceos fueron los grupos más numerosos (los segundos principalmente en la parte de las antiguas Salinas de San Rafael), siendo “El Bosque” (RB9) la que presentaba mayor número de culícidos. 
  • No pudo hallarse relación entre los puntos en los que se localizaron culícidos frente a ninguno de los factores estudiados (físico-químicos o de vegetación), como puede observarse en la gráfica de PCA, en la que pueden observarse todos los puntos muestreados casi juntos.
  • No se detectó influencia de la presencia de posibles depredadores frente a la presencia de culícidos, si bien la presencia de estos siempre fué baja.
  • Todas las charcas estudiadas presentaron una diversidad muy baja de invertebrados, siendo los más altos RB7 y RB8 y los menores RB6 y Salinas. Teniendo en cuenta que el valor máximo del índice es 5, quedan reflejados elevados niveles de estrés en el hábitat, siendo lógico debido al corto espacio de tiempo que tienen la fauna acuática para desarrollar todo su ciclo vital y que estas charcas han sido por lo general muy tratadas con insecticidas.
  • Estos resultados soportan la opción de realizar tratamientos solo en puntos concretos y en determinados momentos del año, siempre dependiendo del régimen de lluvias de ese año. Esto permitiría tratamientos más eficaces, y quizás, la recuperación de especies depredadoras, actualmente muy escasas.
  • Se necesitaría realizar nuevos muestreos para tener en cuenta la estacionalidad de las charcas temporales, puesto que, al ser diferentes, la influencia puede ser crucial a la hora de comprender mejor la dinámica espacio-temporal de sus comunidades de invertebrados.
  • La repetición de los muestreos realizados aumentaría también el conocimiento sobre determinadas especies interesantes, con elevado nivel de conservación, en este enclave costero como el crustáceo Phallocryptus spinosus, encontrado en varios de los puntos muestreados.

Recomendaciones de gestión

  • Los mosquitos culícidos presentes en la Ribera de la Algaida están asociados a charcas temporales. Se tratan de mosquitos de ciclo muy rápido cuyos huevos eclosionan tras las lluvias y llenado de estas charcas. Estos se concentran en unas pocas charcas, siendo necesario focalizar los tratamientos en dichos puntos centrándose en la fracción larvaria. Para ello es necesario comenzar a tratar aproximadamente una semana después de las primeras lluvias y llenado de las charcas. 
  • Los tratamientos deben realizarse sólo durante el periodo en el que están llenas las charcas (por lo general de octubre a junio) y en especial entre noviembre-diciembre y marzo-mayo, siendo innecesario tratar en años de baja pluviometría o meses en los que las charcas se encuentren secas. 
  • Para el tratamiento se recomienda utilizar Bacillus thuringiensis var israelensis (Bti) un insecticida biológico basado en bacterias que presenta bajo impacto medioambiental.
  • Estos tratamientos pueden reforzarse con tratamientos focalizados en la fracción adulta usando piretrinas naturales. Si bien su uso debe estar justificado y basado en informes de seguimiento. 
  • En este sentido, es imprescindible realizar un seguimiento de todas las charcas para controlar el porcentaje y testado de desarrollo de las larvas. 
  • Debe evitarse los vertidos incontrolados de aguas residuales que pueden producir repuntes puntuales de mosquitos en épocas no previsibles. Son especialmente problemáticos los vertidos que se producen al final de la Rambla del Pastor asociados al EBAR y los producidos desde el parque acuático. 
  • Evitar el tratamiento de las charcas hipersalinas, especialmente en las salinas, por ser totalmente innecesario y albergar estas charcas especies de alto interés a nivel de conservación. 
  • Mejorar los censos para conocer las especies de culícidos presentes, el ciclo vital de las mismas y localizar posibles nuevos puntos conflictivos. 
  • Reforzar la naturalización de las charcas y realizar mejoras (abrir vegetación, profundizar charcas, etc.) para hacer estas más atractivas a los enemigos naturales de los mosquitos. 
  • Reforzar las poblaciones de aves y mamíferos insectívoros para mejorar el control sobre posibles brotes no controlados de culícidos.

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