La Reserva Natural de las Albuferas de Adra ubicadas en el delta del río Adra constituye un valioso paraje desde el punto de vista biológico, tanto por su vegetación, como por la riqueza faunística- especialmente ornitológica-que alberga. Está incluida en la lista de Humedales Ramsar y juegan un papel crucial durante el paso migratorio de las aves hacia las zonas de invernada o de regreso hacia las áreas de reproducción.

Desde el año 2011, desde la Estación Ornitológica Lorenzo Garcia allí ubicada, se viene realizando un seguimiento de la comunidad de aves, mediante la captura con redes japonesas, anillamiento y biometría, lo que permitirá conocer a largo plazo si las poblaciones de aves en la zona varían con el paso de los años, y utilizar esto  como un bioindicador del estado de salud del hábitat.

Así, el grupo de anillamiento Rodopechys (SEO/BirdLife) ha realizado con sus voluntarios, más de 1.000 anillamientos de aves en la Estación desde que esta se inauguró allá por diciembre de 2011. Los resultados obtenidos desde entonces hasta abril de 2015, al compararlos con otros tomados durante la década de 1990, nos han permitido saber que, con los años, persiste durante la invernada el raro y amenazado carricerín real, o han aparecido nuevas especies criando aquí, como el ruiseñor bastardo o la buscarla unicolor.

El pechiazul (dcha) y el carricerín real (izda) son especies invernantes en las Albuferas de Adra. Fotos: H. García.

Sin embargo, todas las noticias no son igual de buenas, pues a lo largo de las ultimas décadas, a la par se ha producido una pérdida de diversidad en la comunidad de pájaros de Adra, especialmente preocupante para el periodo posterior a la época de cría. Y es que además de perderse especies reproductoras que antes eran nidificantes frecuentes, como el carricero tordal, se han desplomado las poblaciones de invernantes que hace pocos años llegaban a ser abundantes, como el pájaro moscón o el escribano palustre.

Especialmente preocupante ha sido el caso de este último pájaro, el cual hace 20 años se movía por nuestras lagunas en bandos de hasta cientos de individuos, cuando en los más de tres años de anillamientos tan solo se han capturado en Adra dos ejemplares.

El pájaro moscón (izda) y escribano palustre (dcha) son dos de las especies que más han declinado durante las últimas décadas en las Albuferas de Adra. Fotos: H. García.

Estos datos, para nada halagüeños, podrían ser una prueba más de que a escala general las especies están en pleno declive, pero también una señal de que el medio donde viven en Adra no ayuda a su recuperación local, pues se encuentra en pleno deterioro, como es el de los actuales retazos de carrizal-tarayal supervivientes en el agresivo mar de plástico donde están inmersas las albuferas.

Toda la información completa puedes verla en el Informe Estación Lorenxo Garcia 2011-2015 que aquí te dejamos.

Portada Informe 2011 2015

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