El programa SARE (Seguimiento de Anfibios y Reptiles de España) es un programa de voluntariado promovido por la Asociación Herpetológica Española que pretende implicar a todos los naturalistas, técnicos, biólogos y gestores que lo deseen en el seguimiento a largo plazo de las poblaciones de anfibios y reptiles de España para obtener series temporales largas que permitan determinar la evolución de las poblaciones.

Desde el 2008, en SERBAL hacemos el seguimiento las dos cuadriculas que tenemos asignadas en Almería: una en cabo de Gata, donde hacemos anfibios y reptiles y otra en la Sierra de los Filabres, donde hacemos sólo anfibios. Hoy tocaba está última.

En la Sierra de los Filabres hacemos la primera salida para ver anfibios siempre a finales de marzo o comienzos de abril, dependiendo de las lluvias de ese año. El objetivo principal de esta primera salida es el sapo común (Bufo spinosus) y el sapo corredor (Bufo calamita), pues aunque también aquí encontramos sapo partero bético (Alytes dickhilleni) y rana común (Pelophylax perezi), estas dos especies se reproducen más tarde y son los protagonistas de la salida que se realiza en mayo.

Anfibios presentes en la Sierra de los Filabres

Éste es el primer año que fuimos con los voluntarios de SERBAL y la experiencia resultó genial. Salimos de Almería capital por la tarde y fuimos subiendo lentamente en coche hacia la cumbre, para ver antes de que se hiciera de noche los sitios que íbamos a muestrear.

A las 19:30 llegamos al que iba a ser nuestro primer punto de muestreo en Bayarque. Se trata de un abrevadero donde se reproduce una importante población de sapo partero y algunos sapos comunes.

Abrevadero donde se reproduce una importante población de sapo partero y algunos sapos comunes

Efectivamente, tal y como habíamos calculado, encontramos al sapo común en plena faena. Vimos dos puestas, una pareja en amplexo y cuatro machos más, uno de ellos mutilado. Le faltaba una de las patas traseras.

Voluntarios de Serbal examinando un abrevadero

Voluntario examinando un sapo común

Como ya hemos comentado, para el sapo partero era aún temprano, se reproduce aquí en mayo, así que nos tuvimos conformar con la observación de larvas invernantes y con escuchar algunos machos cantando. ¡Pero tampoco estuvo mal! Observar cientos de larvas de esta especie y escuchar el aflautado canto del partero no es algo que suceda todos los días.

Renacuajo

La noche avanzaba y seguíamos de un punto de agua a otro. Ahora tocaba una balsa. Aquí también larvas de partero y dos machos de sapo común. Además una hembra de esta especie ahogada, seguramente debido al lujurioso abrazo de varios machos que no la dejaron salir a respirar. Cosas de la pasión.

Hembra de sapo común (Bufo spinosus) muerta

Tras echarle líquido refrigerante a nuestro veterano pero seguro todo-terreno continuamos la marcha. En la siguiente balsa, también larvas de sapo partero bético. Unas 500, todas del año pasado.

La noche sigue avanzando y a las 21:30 llegamos a una charca que hay junto a un cortijo abandonado cerca de Las Menas, en Serón. Esta es una charca donde suele reproducirse solo la rana común. Efectivamenten vemos algunos individuos y larvas, y por primera vez, una puesta de sapo común. Parece que esta especie en Filabres va para arriba.

En los álamos que hay junto a la charca, cantan dos autillos. Que oportuno, pues esto nos sirve para explicar la similitud del canto de esta especie, con el canto del sapo partero y aprender a diferenciarlo.

Voluntarios de Serbal durante la salida nocturna

La siguiente balsa está a 1800 msnm y se nota. El frío va apretando, estamos a 7 ºC, pero los sapos no parecen notarlo. Aquí encontramos hasta ocho machos de sapo común en celo esperando a las hembras que aún no han llegado. Al parecer, a esta altitud la reproducción es más tardía.

Machos de sapo común esperando a las hembras

Siguiente parada, una balsa junto a un área recreativa. Son las 22:30. Objetivo ver al sapo partero. Hace un frío del carajo, ya vamos por los 6ºC, sin embargo ¡¡los sapos parteros están cantando!!. Hay luna llena y podemos apagar nuestras luces, pues se ve perfectamente. Tras un rato en silencio comienza el concierto.

Estamos rodeados pero no hay manera de localizar ninguno. Hace mucho frio y los escuchamos escondidos en sus galerías. Como no queremos molestar, nos vamos. No hay problema, sabemos por experiencia que en mayo los vamos a ver, pues salen a cantar a la superficie.

Alytes

Última parada. Camino de Almería paramos en una charca temporal donde subiendo habíamos visto larvas de sapo corredor y algunas puestas ¿Pero estarán todavía?. Nos acercamos andando lentamente con las luces apagadas. No escuchamos nada y eso que le hemos puesto hasta un reclamo. Pero cuando enfocamos la charca con nuestras linternas, allí están. Seis machos de sapo corredor en celo esperando a alguna hembra tardía.

Bufo calamita

Los sapos corredores son la delicia de nuestros voluntarios. Su color verdoso, sus ojos amarillos nos maravillan.

Un miembro de Serbal examina un sapo corredor

Que buen final. Pasamos una buena noche y además de sapos, también vimos algún ciervo y, aunque fugazmente, una garduña.

Volvemos en Mayo.

 

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