El 22 de enero tuvo lugar en la sede del Kolectivo Aldaba el primer taller de formación de monitores para la construcción de refugios para especies locales beneficiosas, en el marco del proyecto "Echa a Volar en Roquetas de Mar", que lleva a cabo la Asociación SERBAL con la colaboración del programa ‘[Andalucía] mejor con Ciencia’ de la Fundación Descubre. Allí nos reunimos unas cuantas personas unidas por las ganas de aprender y, como no, de disfrutar. El taller comenzó con un rico desayuno cargado de vitaminas (gracias a las naranjas) y energía (con sabrosos churros).
El objetivo de la reunión era comenzar la formación de un grupo de monitores capaces de conducir los talleres que se realizarán próximamente, tanto en los centros educativos como en las asociaciones que participan en el proyecto. Puesto que esta ocasión suponía la primera toma de contacto con los refugios para algunos de los asistentes, se trataron diversas cuestiones teóricas, tales como las necesidades de las diferentes especies que se beneficiarán del proyecto, los diferentes tipos de refugios que existen, el tiempo de instalación, los materiales que pueden utilizarse, etc. Dos expertos en el tratamiento de diferentes materiales nos aconsejaron respecto al montaje de los refugios y nos mostraron ejemplos de su trabajo. Cabe destacar, la pretensión de utilizar, siempre que sea posible, materiales reciclados.
Entablamos una interesante discusión acerca de los mejores métodos y los utensilios y herramientas más idóneos para la construcción de los nidos con forma de cuenco, que son los que utilizan las golondrinas y los aviones comunes. Fue una muy enriquecedora “tormenta de ideas”. Se comentaron diversas formas de montaje y materiales dependiendo de la edad de las personas que participen en los talleres: cemento, escayola, pasta de papel, arcilla, barro,… Descubrimos que hay maneras muy diferentes de construir estos nidos-cuenco y que del material utilizado, dependerá la durabilidad de los nidos.
Para los refugios de vencejos y murciélagos teníamos bastante claro que usaríamos madera. Pudimos disponer de varios ejemplos para observarlos y comentamos cuáles eran las medidas más idóneas. Algo especial a tener en cuenta es el tratamiento que debe recibir la madera para su protección en los refugios para murciélagos, ya que estos pequeños mamíferos voladores no toleran cualquier barniz.
En cuanto a los "hoteles de insectos", pudimos deducir que, aunque se precisa madera para el exterior del refugio, el interior puede contener muy diversos materiales cilíndricos: cañas, juncos, maderas con agujeros, etc. y que si se desea construir un hotel en el que se pueda observar el interior, sirven gomas de riego de diferentes diámetros.
Con la cabeza cargada de múltiples ideas, todos nos quedamos con ganas de poner en práctica lo aprendido y manipular materiales. Así que, en los pronto nos volveremos a reunir para realizar un taller práctico.
Nuestro agradecimiento a los asistentes por implicarse en formar parte del reciente grupo de monitores en la construcción de los refugios. Dichos asistentes pertenecen a diferentes agentes sociales del proyecto: Asociación Posidonia Aguadulce, Ecologistas en Acción Roquetas de Mar, Ecocampus Almería, Pitadonia, La Trama Tattoo, IES El Parador y, cómo no, Asociación SERBAL. Agradecer igualmente el apoyo del programa de la Fundación Descubre, ‘[Andalucía] mejor con Ciencia’, el cual pretende involucrar a comunidades para trabajar en resolver problemas locales con fundamentos científicos, el cual está cofinanciado por la Fundación Española para la Ciencia y Tecnología (FECYT).