Durante un paseo por el campo, llamó mi atención un pequeño insecto. Se trataba de una avispa que caminaba nerviosa por el suelo. De repente, como si hubiera encontrado el sitio exacto que buscaba, se puso a excavar en la tierra y en apenas un minuto ya había hecho una madriguera de la que seguía sacando tierra, incansable. Tan peculiar comportamiento me pareció digno de ser grabado, así que aprovechando una de sus entradas a la madriguera coloqué el móvil a unos centímetros del agujero y comencé a grabar. Cuando la avispa salió arrastrando un montoncito de tierra y vio el móvil se quedó unos segundos observando 'aquello', pero rápidamente retomó su tarea.

Pocas cosas han evolucionado más y más rápido en las últimas décadas que los móviles. Las funciones de hacer fotografías y grabar vídeo, unidas a la incorporación de cámaras cada vez mejores, y a que los llevamos siempre encima a todas partes, convierten a los smartphones en una herramienta ideal para captar esos momentos especiales e irrepetibles.

Este tipo de avispas reciben el nombre de avispas zapadoras. En la madriguera que excavan en el suelo introducirán una presa, normalmente una oruga o un saltamontes, a la que previamente habrán paralizado (pero no matado) inyectándole veneno con su aguijón y que servirá de alimento para las larvas de la avispa. Una vez han introducido la presa y sus huevos, tapan la madriguera, disimulando la entrada con sumo cuidado.

No hace tanto que para grabar algo así hubiera sido necesario un equipo de filmación no apto para la mayoría de los bolsillos y unos conocimientos técnicos especializados. Sin embargo, en la actualidad, los smartphones con cámara han democratizado de un modo impensable hasta hace poco la posibilidad de convertirnos en documentalistas de la naturaleza.

Con algo más de paciencia y tiempo, podría haber grabado la llegada de la avispa con su presa, y el cierre de la madriguera nido y la esmerada forma en que disimulan la entrada al nido colocando con cuidado piedrecitas y otros elementos de forma que resulte completamente invisible. Podríamos hacer un minidocumental con un simple móvil.

Eso sí, conviene no cometer un error común. Nunca, jamás, grabar vídeo en vertical. Si alguien se pregunta por qué, puede ver este divertido vídeo. "No es el fin del mundo, pero aun así es bastante malo".

También es altamente recomendable apoyar el móvil en algún sitio estable. Por muy buen pulso que tengamos, grabar a mano alzada garantiza cierto 'tembleque' en el vídeo que no hace cómoda la visualización. En cualquier caso, si no tenemos más remedio que grabar a mano alzada no todo está perdido: algunas plataformas como Youtube permiten aplicar correcciones que eliminan o al menos reducen este temblor.

Así que desde SERBAL os proponemos una actividad para esta primavera: os animamos a salir al campo y documentar en un pequeño vídeo cualquier aspecto de la naturaleza almeriense que os llame la atención, y compartais con nosotros vuestros microdocumentales. Nosotros publicaremos en nuestra web una selección y a los tres mejores les regalaremos una camiseta.

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