Hay en Roquetas de Mar un "acuario" con animales escasos y difíciles de ver en otro sitio. Con seres prehistóricos que convivieron con los dinosaurios. Con crustáceos capaces de reproducirse sin necesidad de los machos.

Phallocryptus spinosus

Phallocryptus spinosus, en las Salinas de San Rafael. Foto: © J. Gállego.

Hablamos de un “acuario natural” situado justo enfrente del otro Acuario de Roquetas, el “oficial”. Hablamos una vez más, de las Salinas de San Rafael. Un lugar que puede desaparecer en breve a pesar de los valores únicos que aún alberga, entre ellos estas dos especies únicas que hoy os presentamos.

El Ayuntamiento de Roquetas de Mar pretende construir sobre estas antiguas salinas varios hoteles y edificios, y desde SERBAL siempre nos hemos posicionado en contra. Pensamos que la gran cantidad de elementos naturales e históricos de interés que aún conserva, deberían ponerse en valor y enfocar este lugar como museo al aire libre y aula de la naturaleza, algo que le daría un valor añadido a la zona y a este municipio tan turístico.

Las Salinas de San Rafael son aún un lugar de importancia para la reproducción y el descanso de un buen grupo de aves marinas y limícolas, y un lugar donde podemos encontrar especies de plantas tan exclusivas como Althenia orientalis, una planta acuática presente en contados humedales en toda la península ibérica.

Otro de los elementos de interés de este paraje son sus invertebrados, que aunque mucho menos aparentes, no dejan de ser importantes. Entre estos destacan dos especies que hemos encontrado dentro de los muestreos que estamos llevando en la zona. Se trata de dos crustáceos muy especiales pertenecientes al grupo de los anostráceos: Artemia parthenogenetica y Phallocryptus spinosus.

Los anostráceos son un grupo de crustáceos que no ha cambiado su estructura desde el Jurásico, por lo que pueden ser considerados como auténticos fósiles vivientes.

Phallocryptus spinosus

Phallocryptus spinosus, un raro crustáceo más antiguo que los dinosaurios. Foto: © J. Gállego.

De las dos especies encontradas, Phallocryptus spinosus es sin duda la de mayor interés. De esta especie apenas existen citas en España, y en Andalucía tan solo ha sido encontrada en algunas charcas hipersalinas de Sevilla, Málaga y Córdoba, siendo esta la primera cita para Almería y todo el litoral mediterráneo ibérico.

Se trata de uno de los anostráceos ibéricos de mayor tamaño, pues estos crustáceos generalmente apenas miden uno o dos centímetros, mientras que Phallocryptus fácilmente puede superar los 3 cm.

Verlos nadar lentamente y de forma fantasmal (no es por casualidad que en inglés los llamen Fairy Shrimps) moviendo de forma ondulante sus apéndices ventrales en el agua es un privilegio infrecuente. Aquí os dejamos un breve vídeo de estas fantásticas y desconocidas criaturas grabado esta primavera en las salinas de Roquetas de Mar.

En cuanto a Artemia parthenogenetica, como su hermana Artemia salina, eran años atrás muy frecuentes en todas las salinas mediterráneas. Sin embargo, la introducción en estos medios de la especie exótica Artemia franciscana, originaria de América y comercializada para la alimentación de alevines en acuicultura, ha desplazado a nuestra artemia autóctona, quedando relegadas en la actualidad a unas pocas salinas tal y como confirman varios trabajos, de ahí la importancia de su presencia en las Salinas de San Rafael.

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Artemia parthenogenetica, es mucho más pequeña que Phallocryptus. Ha evolucionado para no necesitar machos para reproducirse. Foto: © J. Gállego.

Ambas especies, Artemia parthenogenetica y Phallocryptus spinosus, están adaptadas a vivir en medios temporales hipersalinos y muy inestables, donde la competencia y los depredadores son escasos. Allí se desarrollan y completan todo su ciclo, alimentándose de microplancton y materia orgánica que capturan con sus patas mientras nadan ventralmente.

Las charcas en las que viven terminan secándose, obligándoles a completar su ciclo vital muy rápido, por lo que en unos pocos meses tienen que crecer y reproducirse y antes de morir, poner sus huevos, los cuales son muy resistentes y capaces de aguantar secos en el sedimento durante décadas, hasta que la charca vuelva a llenarse, comenzando así un nuevo ciclo.

Como la reproducción debe ser tan rápida, Artemia parthenogenetica incluso se ha “olvidado” de los machos y para ganar tiempo la especie se reproduce sin el concurso de ellos, de manera partenogenética (de ahí su nombre) y tan solo los años más estables aparecen algunos machos para renovar los genes.

Los anostráceos se encuentran amenazados en toda Europa y apenas se les ha prestado atención a pesar de que desempeñan papeles ecológicos fundamentales y constituyen bioindicadores muy eficaces. Es estas salinas, por ejemplo, son el alimento predilecto de especies globalmente amenazadas como la gaviota picofina o la avoceta.

Debido a su rareza y singularidad, las poblaciones de estos crustáceos deberían ser conservadas. Sabemos que han sobrevivido durante millones de años a todo tipo de avatares, ¿pero serán capaces de sobrevivir a la codicia humana?

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