El sábado 27 de mayo de 2017, y en el marco del Programa de Voluntariado "Conociendo la Red Natura 2000 a través del voluntariado" visitamos tres charcas ganaderas de la Sierra de Gádor: Aljibe del Marqués, La Chanata y Calabrial.
La sierra de Gádor es la montaña caliza más extensa de la provincia de Almería. Esta formada sobre todo por calizas y dolomias que contienen arcillas, que por disolución pueden ser liberadas y concentrarse en depresiones, impermeabilizando el terreno. Este es el origen de las llamadas "balsas" de la Sierra de Gádor, pequeños humedales que históricamente han sido utilizados como abrevaderos para el ganado.
Son aproximadamente una decena y aparecen en las zonas altas de la Sierra, entre los 1300 y 1900 m de altitud. Además de ser vitales para la fauna, pues el agua es muy escasa en esta sierra, destacan por su singular flora asociada. En las zonas que permanecen encharcadas aparecen interesantes praderas de ranúnculos y bayunquillos, y alrededor de las charcas (aunque no en todas) dos plantas muy exclusivas: el mastuerzo gadorense (Coronopus navasii) y Astralagus tremolsianus, ambas incluidas en el catalogo de especies amenazadas.
Visitamos en primer lugar la pequeña charca del Aljibe del Marqués, en la que quedaba ya poca agua, indicio de que no tardará mucho tiempo en secarse por completo. Muchas de las balsas de la sierra son temporales, secándose en verano. Esto, lejos de ser un inconveniente, las convierte en hábitats de especial interés para muchos organismos adaptados a este tipo de ambientes.
Nos sorprendió la gran cantidad de caracoles acuáticos presentes en esta charca, hecho que no se repetiría en las otras.
Después nos desplazamos hasta la balsa de La Chanata. Nada más llegar pudimos comprobar como la orilla estaba literalmente cubierta por cientos, si no miles, de diminutos sapitos. Estas charcas temporales son los lugares preferidos por el sapo corredor para reproducirse. Sin duda este año el éxito reproductor ha sido notable.
Por último, nos desplazamos hasta la balsa del Calabrial, la única que mantiene agua en verano. En esta charca se introdujeron cangrejos exóticos hace algunos años, con el siguiente daño a la biodiversidad acuática, pero parece que los cangrejos han desaparecido, a juzgar por la abundancia de ranas y la regeneración experimentada por la vegetación acuática.
En cada una de las charcas, tomamos datos de temperatura del agua, pH y conductividad, medimos los niveles de nitritos y nitratos, rellenamos la correspondiente ficha de diagnóstico ambiental, tomamos una muestra de agua y pasamos la red para recoger una muestra de macroinvertebrados, organismos que pueden ser utilizados como bioindicadores de la calidad del agua. Teníamos también especial interés en estudiar la presencia de larvas de odonatos, libélulas y caballitos del diablo, de los que apenas existen datos en estas balsas.
Las muestras recogidas con la red, fueron depositadas en una bandeja blanca para examinar los diferentes tipos de organismos. Algunos macroinvertebrados fueron recolectados en botes con alcohol para su posterior estudio.
Como siempre, queremos agradecer a los voluntarios que participaron su esfuerzo e implicación, y os emplazamos a todos y todas a una segunda salida, cuya fecha está por determinar, en la que visitaremos las charcas de Barjalí, Pago del Boliche, Caparidán y Sabinar.
Esta actividad se enmarca dentro del Programa de Voluntariado “Conociendo la Red Natura 2000 a través del voluntariado“ de la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio de la Junta de Andalucía, cofinanciado con fondos FEADER.