El pasado 9 de junio un grupo de voluntarios y voluntarias de SERBAL se acercaron hasta el Barranco de la Garrofa para regar los algarrobos que plantamos a primeros de febrero y de los que sobreviven alrededor de ochenta, para que puedan afrontar el duro verano que se avecina en las mejores condiciones. Para el riego se utilizaron 320 litros de agua en garrafas, transportados gracias al esfuerzo de los voluntarios/as, y se aprovechó para revisar y reconstruir los alcorques, recolocar los protectores que se habían movido, y retirar los protectores innecesarios por haber muerto el arbolillo que protegían.
El 11 de junio les tocó el turno de riego a las encinas que plantamos el año pasado en la Sierra de los Filabres, como parte de las actuaciones que llevamos a cabo dentro de nuestro proyecto "Filabres, el renacer del bosque frontera". Aquí la tasa de supervivencia es menor que en el caso de los algarrobos de La Garrofa. Los seed-shelters parecen no haber disuadido a los jabalíes, y un gran número de ellos aparecían desenterrados y abiertos, habiendo sido la bellota comida. Es posible que los seed-shelters funcionen mejor con conejos y roedores, pero parece que frente a los jabalíes no suponen una protección eficaz.
Aquí también, mientras estudiamos un método más eficiente y menos trabajoso, el agua se transportó mediante garrafas.
A los majuelos plantados entre las encinas parece haberles ido muy bien y presentaban un aspecto estupendo. Se recogieron los protectores que ya no eran necesarios para reutilizarlos y se los restos de seed-shelters para dejar el monte libre de plásticos.
Esperamos que con este riego encaren el verano con mejores perspectivas. Volveremos a regarlas en otoño.