El pasado mes julio un incendio forestal arrasó 1600 hectáreas en la Sierra de Gádor. El incendio, originado por una tormenta eléctrica, afectó especialmente a los parajes del llano de Terque, el Campillo de Huécija y la Zarba. Cuatro meses después, medio centenar de voluntarios, nos hemos propuesto recuperar parte de la zona incendiada.
Los voluntarios junto a la casa forestal de La Zarba organizando la actividad. Foto: © @whosgofre.
Para ello y aprovechando la convocatoria del proyecto nacional de "la gran bellotada ibérica" SERBAL organizó el pasado sábado 16 de noviembre una primera jornada de repoblación en uno de estos parajes: la Zarba. La actividad se centró principalmente en la siembra directa de bellotas, lo que se conoce como “bellotada”, si bien también se plantaron más de un centenar de encinas y quejigos.
En esta jornada, además de nuestros voluntarios, nos acompañaron también los jóvenes de @f4fEnAccion, formada por jóvenes del IES El Parador, que desde marzo de 2019 forman parte del movimiento global Fridays For Future, liderado por Greta Thumberg, que surge como respuesta a la emergencia climática y la lucha por un futuro sostenible.
Miembros de Fridays for Future En Acción bajo la centenaria "Encina del Real". Foto: © SERBAL.
La bellota es el fruto tipico de las especies vegetales del género Quercus, que engloba a algunos de los árboles más característicos de los bosques ibéricos, como son encinas, robles, alcornoques, coscojas y quejigos. En nuestro caso, utilizamos bellotas de coscoja (Q. coccifera) y encina (Q. ilex ballota) procedentes en su mayoría del Marchal de Antón Lopez.
Bellotas de coscoja. Foto: © @whosgofre.
El Marchal de Antón López, donde paramos con los voluntarios para recoger bellotas, se encuentra a poco más de 3 km de la zona de actuación, por lo que se puede considerar que hicimos una repoblación “natural”, pues lo que se pretende con la bellotada, no es más que imitar la función que realiza el arrendajo (Garrulus glandarius), un ave que tiene un papel fundamental en la regeneración de nuestros bosques.
Durante el otoño, época de producción de las bellotas, el arrendajo busca y almacena bellotas como reserva de alimento para el invierno. Se calcula que estas aves pueden llegar a transportar hasta 5.000 bellotas por temporada y aunque, como todos los córvidos, tiene una memoria excelente, no recupera todas las bellotas que escondió, así que muchas de ellas se quedan en el suelo y terminan germinando. Es por ello por lo que se le conoce también como “el jardinero del bosque”.
Un incendio arrasó la zona hace unos meses. Foto: © @whosgofre.
La repoblación se realizó en el entorno de la Encina del Real, encina centenaria que sobrevivió a la gran deforestación acaecida en la Sierra de Gádor a causa de la ganadería, la minería y el carboneo, gracias a que un pastor la compro por un real, de ahí su nombre, para que no fuera talada y poder seguir siendo utilizada como zona de sesteo por su rebaño.
En esta primera jornada se plantaron unas 2000 bellotas y 138 plantones de encina y quejigo cedidos por La semilla de la abundancia. Las bellotas fueron plantadas en su mayoría directamente, si bien, un centenar de ellas fueron sembradas utilizando Seed-Shelter, un dispositivo que se ha mostrado muy eficaz en la repoblación directa con bellotas, especialmente en zonas incendiadas, pues impide que las bellotas sean depredadas y mejora el desarrollo de la planta. Estos dispositivos nos fueron cedidos gratuitamente por su inventor, Jorge Castro Gutiérrez, catedrático de ecología de la Universidad de Granada.
El Seed-Shelter protege las bellotas de los roedores. Foto: © Emilio González.
Aún nos quedan 2000 bellotas para llegar a las 4000 que nos hemos marcado como objetivo y muchos plantones por sembrar, por lo que el próximo mes de diciembre, volveremos para realizar una segunda jornada para seguir sembrando y plantando, y de paso regar los plantones puestos en la primera jornada.
Hola, que buen día tuvimos hoy ayudando la naturaleza. Iré más veces en futuro por cierto.
Es una muy buena iniciativa y una gran idea involucrar e inculcar a la población lo que provoca una gran perturbación como un incendio. Dicho esto, el trabajo en si está mal realizado, ya que, la zona que se estuvo repoblando no necesita ningún tipo de actuación ya que la severidad del incendio en ese lugar fue baja y la vegetación se está regenerando de una forma espectacular sin necesidad de ayuda. Estas actuaciones deberían hacerse en zonas que realmente lo necesitan y no desperdiciar el dinero (porque esas plántulas las ha tenido que pagar alguien).
Nuestra opinión es totalmente distinta. En efecto el incendio fue poco severo y se observa recuperación natural, si bien lo que busca esta acciones es sobre todo sensibilizar e involucrar a la población. Se eligió esta zona concreta por tres razones 1) Para dar a conocer la Sierra de Gádor y su importancia a nivel provincial como "protectora, pues es la que abastece de agua todo el poniente y la ciudad de Almería 2) Por la presencia en la zona de tres especies del género Quercus (bellotas), que los voluntarios aprendieron a distinguir y 3) Porque en la Zarba hay una encina centenaria —la Encina del Real— catalogada, y que nos sirve para contar la historia de la deforestación acaecida a causa de la minería. Por todo ello pensamos que el lugar es muy interesante a nivel didáctico.
Por otro lado la zona estaba en su mayoría repoblada con pinos, que después de 30 años ya han retenido y formado suelo lo que permite introducir la encina. Muchos de estos pinos si se han quemado irreversiblemente.
En cuanto al dinero...buena parte de las plantas las producimos nosotros y las que se compran, como el dinero sale de nuestros bolsillos, hasta el momento nos gusta decidir donde gastarlo.