El cambio climático es un tema crucial que afecta a nuestro planeta y a todos los seres vivos que lo habitamos. Se refiere a los cambios a largo plazo en las temperaturas y los patrones climáticos. Aunque algunos de estos cambios pueden ser naturales, desde el siglo XIX, las actividades humanas han sido el principal motor del cambio climático.
Recuperar nuestros bosques es clave para luchar contra el cambio climático. Foto: © SERBAL.
La quema de combustibles fósiles como el carbón, el petróleo y el gas genera emisiones de gases de efecto invernadero. Estos gases actúan como una manta que envuelve a la Tierra, atrapando el calor del sol y elevando las temperaturas. Los principales gases de efecto invernadero son el dióxido de carbono y el metano.
Los científicos han demostrado que somos responsables del calentamiento global de los últimos 200 años. La temperatura media de la Tierra es ahora 1,1 °C más elevada que a finales del siglo XIX, antes de la revolución industrial. Además, cada década desde 1850 ha sido más cálida que la anterior. Pero el cambio climático no se trata solo de temperaturas más cálidas. Sus consecuencias incluyen sequías, escasez de agua, incendios, aumento del nivel del mar, inundaciones, deshielo de los polos y disminución de la biodiversidad.
El cambio climático tiene efectos significativos en la biodiversidad, afectando a una amplia variedad de especies y ecosistemas. Este impacto se manifiesta en los siguientes aspectos:
Alteración de funciones vitales:
- El cambio climático altera funciones básicas de los seres vivos, como su tasa de crecimiento o sus patrones de comportamiento.
- Las especies pueden enfrentar dificultades para adaptarse a las nuevas condiciones climáticas, lo que afecta su reproducción, alimentación y migración.
Cambios en poblaciones de especies:
- Las temperaturas más cálidas pueden modificar el tamaño y la estructura de las poblaciones de especies.
- Algunas especies pueden desplazarse hacia latitudes más altas o altitudes mayores en busca de climas adecuados, mientras que otras pueden disminuir en número o incluso desaparecer.
Desplazamiento de hábitats:
- El aumento de las temperaturas puede llevar a un desplazamiento de los hábitats naturales.
- Por ejemplo, los glaciares se están derritiendo, lo que afecta a las especies adaptadas a estos entornos fríos.
Impacto en la fenología:
- La fenología se refiere a los momentos clave en el ciclo de vida de las especies, como la floración, la migración y la hibernación.
- El cambio climático altera estos eventos, lo que puede desencadenar desequilibrios en los ecosistemas.
Extinciones y pérdida de biodiversidad:
- Las especies que no pueden adaptarse o migrar pueden enfrentar la extinción.
- La pérdida de biodiversidad afecta la resiliencia de los ecosistemas y su capacidad para proporcionar servicios esenciales.
El cambio climático no solo se trata de temperaturas más cálidas, sus consecuencias abarcan sequías, incendios, aumento del nivel del mar y la disminución de la diversidad de vida en nuestro planeta.
En este contexto, la conservación, recuperación y renaturalización de nuestros bosques es un elemento clave en la lucha contra el cambio climático y la mitigación de sus efectos:
Captura de carbono y almacenamiento:
- Los bosques desempeñan un papel crucial como sumideros de carbono. A través de la fotosíntesis, los árboles absorben dióxido de carbono (CO₂) de la atmósfera.
- Este CO₂ se convierte en biomasa vegetal, almacenando el carbono en hojas, troncos y raíces. Al hacerlo, los bosques reducen la concentración de CO₂ en la atmósfera, lo que contribuye a mitigar el calentamiento global.
Efecto de enfriamiento local:
- La evapotranspiración de los árboles (la liberación de agua a través de las hojas) tiene un efecto de enfriamiento local en el entorno.
- Esto ayuda a regular las temperaturas y a mantener un microclima más favorable.
Conservación de la biodiversidad:
- Los bosques albergan una diversidad de especies, desde plantas hasta animales y microorganismos.
- Al recuperar los bosques, protegemos hábitats críticos y permitimos que las especies continúen su ciclo de vida.
Prevención de la erosión del suelo:
- Las raíces de los árboles anclan el suelo, evitando la erosión causada por el viento y el agua.
- Esto es esencial para mantener la fertilidad del suelo y prevenir la pérdida de nutrientes.
Regulación del ciclo del agua:
- Los bosques influyen en el ciclo hidrológico, regulando el flujo de agua.
- La transpiración de los árboles contribuye a la formación de nubes y lluvia, beneficiando tanto a los ecosistemas como a las comunidades humanas.
Servicios ecosistémicos:
- Los bosques proporcionan servicios esenciales, como la purificación del aire y del agua, la polinización y la protección contra inundaciones.
- Al restaurarlos, aseguramos que estos servicios continúen beneficiando a la sociedad.
SERBAL desarrolla actualmente varios proyectos relacionados con la conservación, recuperación y renaturalización de masas forestales en la provincia de Almería, cuyo objetivo final es aumentar la resiliencia de las masas forestales, pues es bien sabido que masas forestales más diversas y estructuradas son menos vulnerables a eventos climáticos extremos como las sequías, cada vez más frecuentes debido al cambio climático.
Una de las zonas en Prados de Rubio donde SERBAL trabaja en la renaturalización del pinar de repoblación. Imagen: © Miguel Aguadero.
Estos son algunos de los proyectos relacionados puestos en marcha por SERBAL:
- Filabres, el renacer del bosque frontera
- Repoblación en la Sierra de Gádor
- Nuestro vivero de plantas autóctonas
Si quieres participar en estos proyectos, ponte en contacto con nosotros.